El tiempo se ha congelado y aun no puedo asumir que ya no estas.
Hay veces en la que olvido tu voz, tu rostro y no quiero que eso pase, no quiero que se esfume tu recuerdo. No quiero que pase el tiempo y no acordarme de como eras.
Hoy fijo estar bien, a pesar de todo lo que llevo encima, pongo mi mejor sonrisa y salgo a la calle; mientras por dentro muero lentamente.
Al final abuela, hoy hasta la nieve salió a despedirte, esa nieve que alguna vez juntos observamos caer a través del cristal en Moralejos; y éramos tan felices con esa imagen y una tarde compartida, así que estas palabras son mi homenaje hacia ti. Aunque hoy te diga adiós de por vida, en mi corazón y en mi vida siempre habrá un espacio para ti.
Hoy nos toca despedirnos, parece que llegó el momento...
Te fuiste a descansar junto a la abuelo.
Una tarde fría de Febrero tu corazón nos dio un golpe inesperado:
decidió dejar de latir. Hoy tengo sentimientos confrontados; de un lado, el sentido común, el saber que tuviste una muerte sin dolor ni sufrimiento, como un profundo sueño sin retorno, pero, por otro lado, surgen los sentimientos, el no comprender por qué tuviste que partir así, en silencio, sin ni siquiera poder despedirte de todos aquellos a quien tanto amaste y que tanto te quisimos.
Yo intento quedarme con lo bueno de todo esto, y seguro que tu querías vernos bien,lo siento abuela dejaste un gran vació.
Me acuerdo de aquellos años de niños en el pueblo, cuando nos acogías en tu casa, esa casa que nunca olvidarte el olor, la tetera avisando en la lumbre de que el desayuno estaba, la salidas de recolectar frutos del huerto, esos momentos contigo, y hasta los momentos de rencillas que los recuerdo,
cuando nos echabas la bronca a mi y los primos porque no dormíamos por las noches, o por hacer travesuras, típicas de nuestra edad, ...
pase de los mejores años a tu lado cuando ivamos a Moralejos,, toda la familia, luego te vi decaer, y recuperarte de nuevo..
pero esta vez no he podido decirte adiós, no llegue a tiempo, el destino se repite, primero mi abuelo y ahora tu. Y eso me duele.
No me viste desde hace ya, nunca te he llegado a decir lo que te he querido abuela, o quizá el tiempo que e querido pasar contigo, poder contarte mis cosas,
si me reprocho cosas que en su día no he tenido el valor de hacerlas, pero te necesito, para mi tu partida va a ser dura, pero se que siempre estarás conmigo...
En lo sucesivo, yo sé que, allá arriba, entre tantas estrellas hoy brilla una más para mí muy especial y espero que, al igual que me has protegido y cuidado hasta ahora, yo sepa ver esa luz, ese ángel que estará ahí vigilando y velando por mí.
pero ahora, el que llora soy yo, Y solo pienso el llegar a nuestra tierra cuanto antes para verte, y despedirme de ti entre lagrimas en los ojos, darte mi ULTIMO ADIÓS. te quiero.
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