La lima posee una pulpa carnosa dividida en refrescantes y jugosos gajos. Generalmente no tiene semillas o las tiene en muy poca cantidad.
La lima y su valor nutricional
Las limas contienen un 94% de agua. Contienen hidratos de carbono, son rica fuente de vitamina C, contienen magnesio, potasio, ácido fólico, ácido cítrico, flavoides, aceites esenciales, beta-caroteno, antioxidantes y sustancias de acción astringente.
100 gr. de lima (2 unidades) contienen aproximadamente 51 calorías, mientras que un vaso de zumo de lima natural (200 ml.), aportan 74 calorías.
La lima y la salud
La lima es una fruta beneficiosa para la salud. Es altamente diurética por lo que se recomienda para problemas de retención de líquidos. Tiene propiedades anticancerígenas, desintoxicantes, depurativas y reconstituyentes. La lima contribuye a reforzar el sistema inmunológico, combate el estrés, enfermedades de la piel, la gota, artritis, la anemia ferropática, la diarrea, así como problemas cardiovasculares y degenerativos.
El jugo de lima mezclado con agua es bueno para calmar la fiebre y combatir la arteriosclerosis. El té de cáscara de lima facilita la digestión, combate los gases y tonifica los nervios.
Ayuda a quemar grasas y por su bajo valor calórico es excelente para las dietas adelgazantes. La lima no está recomendada para personas con problemas digestivos tales como acidez, úlceras y gastritis.
La lima en la cocina
La lima generalmente no se consume como fruta fresca, sino solo su zumo. Tiene diversos usos culinarios, siendo muy apreciada en la cocina mexicana y asiática. Se emplea para aliñar ensaladas, aderezar platos, en salsas y dar sabor a pasteles y tartas.
La lima se utiliza también para rociar pescados y mariscos, como acompañante de carnes, en la preparación de diversas bebidas refrescantes y alcohólicas. Se emplea además para potenciar el sabor de otras frutas y en la elaboración de jaleas, mermeladas, helados y sorbetes.
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